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La aventura comienza nada más cruzar las puertas de la Espadaña, a pocos metros, nos encontramos con una preciosa iglesia del S.XII, dedicada a la natividad de Nuestra Señora, ejemplo claro del románico segoviano. Corona el templo una gran espadaña del siglo XVII... que da nombre a la casa. Siguiendo el curso del Duratón dirección Sepúlveda, el románico nos acompaña con iglesias como la de Sotillo o Duratón (pueblo), una de las más representativas del románico porticado de la provincia. Recorridos 11 kilómetros llegamos a la villa medieval de Sepúlveda, uno de os pueblos con más tradición histórica, confluencia de culturas, posee una importante colección de templos y un urbanismo muy pintoresco bien conservado. Pasear por sus calles es ineludible. En la propia villa nos dirigimos al Centro de interpretación del Parque de Las Hoces del Río Duratón, situado en la antigua iglesia de Santiago. Tras una visita al mismo para recibir información y acceso a distintas rutas por el mismo, hay que dirigirse por un camino de tierra compactado hasta un gran promontorio, sobre el río Duratón , que se recrea contorneando la gran roca y que preside la románica Ermita de San Frutos, patrono de Segovia. Es un espectáculo único contemplar desde aquí el vuelo de las águilas y los buitres que anidan en sus paredes llegando a los 90 metros de altura y que lo mismo sobrevuelan nuestras cabezas como lo hacen bajo nuestros pies. En dicho parque disponemos de varias rutas y distancias donde disfrutamos de cuevas como la de Los Siete Alteres, templo rupestre del S:XII, embalses como los de Burgomillodo y Las Vencías y varios puentes romanos y refugios de gran belleza a lo largo del río.



